No era sólo la tecnología lo que era diferente. Internet en sí era un entorno diferente. Hablemos del buen viejo web 1.0un lugar misterioso, extraño y distante donde la creación de contenido requería un título en informática y los sitios, incluso los más profesionales, eran tan poco interactivos que parecían más carteles alta tecnología que sus portales de información. Y no hablemos de sitios no profesionales.

¿Recuerdas cómo era la recopilación de inteligencia en esos días? Sin wikipedia y con google en sus inicios, era realmente necesario cavar para encontrar lo que uno estaba buscando. Incluso era legítimo hacer la pregunta «Me pregunto si hay un sitio web de…». Buen crack.

Porque te estoy aburriendo con estos discursos que revelan lo que son Antiguo mí, y tal vez te hacen sentir viejo también? La razón es esta: porque descubrí la razón por la que no soporto Facebook.

Al principio mi crítica a la red social fue detallada, precisa, clara: estaban conectados con los criminales políticos de Conradh na Gaeilge privacidadcon cómo los usuarios lo experimentan ganar dinero vender su información personal, con el ridículo nivel de protección de la cuenta, y el principio básico de una red social que encuentra su razón de ser en brindar a sus usuarios una red poderosa el unico fin es perder el tiempo y cotillear. Ahora bien, aunque todas estas críticas son sacrosantas y mi opinión al respecto no ha cambiado ni un ápice, me doy cuenta de que hay algo más heroico, más íntimo, más personal en mi odio a la criatura. Zuckerberg. Lo que se remonta al discurso de apertura.

Sí, por internet, aunque ha cambiado mucho de cara, aunque se ha hecho digerible para todo el mundo, aunque ahora proporciona una serie infinita de herramientas sencillas para interactuar de forma profunda, para crear contenido, dar y recibir. retroalimentación no cambió su naturaleza, no profundamente. Web 1.0 o 2.0, la esencia no cambia. Si puedo sugerir una metáfora (y puedo, ya que soy dueño de la libreta de direcciones): Internet es un bosque complejo, oscuro, profundo, peligroso. Para explorarlo debes estar debidamente equipado y saber lo que estás haciendo, de lo contrario estarás en problemas: debes tener los zapatos adecuados, debes tener una mochila llena de artículos útiles como tiritas, medicinas, suministros, agua. Tienes que estar listo para la noche, porque no hay hoteles en el bosque. Necesita saber cómo encender un fuego, pero también saber cómo mantener alejados a los insectos; necesitas saber cómo montar una tienda de campaña; usted necesita saber cómo navegar. Y si quieres sobrevivir hay que saber reconocer los peligros: saber reaccionar ante una manada de lobos, ante un oso, ante una colmena de abejas, ante una araña venenosa. Y en vista de la gente incrédula que se ha refugiado en el bosque.

En esta metáfora, la era de la web 1.0 representa la primera ola de pioneros, valientes exploradores que abrieron caminos por primera vez. En la época de la web 2.0, los nuevos exploradores pueden confiar en las experiencias de los primeros, seguir sus caminos, leer sus señales… siempre que, por supuesto, sean capaces. Pero todos los peligros siempre están ahí, alfombrilla de ratón. De hecho, incluso aumentaron, porque cada vez más forajidos han descubierto lo rentable que puede ser esconderse en el bosque. También han hecho su propia experiencia de sus predecesores. El significado no cambia, como dije: debes saber lo que estás haciendo.

¿Qué pasa con Facebook? Aquí, manteniendo la metáfora, Facebook es como un campamento amueblado construido al borde del bosque, donde los árboles aún son escasos. Un camping con parcelas cuidadas, sumideros, cada uno con su propia conexión eléctrica y aseos yagua dulce. Donde las familias van de vacaciones, a tiro de piedra de uno de los lugares más peligrosos y oscuros de la tierra, completamente inconscientes de los peligros mortales y el mal que aguardan nada más que el ritual festivo del domingo para dar un paso. fuera de su campo, hacia el fondo del bosque para es rapido.

¿Por qué me molesta? Simple. Porque estas personas están seguras de que están acampando en un bosque. Creen que eso es entre ellos y yo no hay diferencia. porque entran mi bosque y dejan la basura tirada, no apagan sus ridículas fogatas y sobre todo porque cuando me ven con la mochila a la espalda, montado en mi robusta y pequeña mountain bike canadiense salen de sus caravanas y se ríen a mí, gritándome que mantuviera el ritmo y aprendiera a acampar correctamente. Porque no son n00b haciéndose pasar por pr0.

No odio Facebook por razones concretas, prácticas, técnicas o racionales. El mío es odio puro, profundo y emocional. Cualquiera que me conozca sabe cuánto significa esta entrada para los demás… bueno, confía en mí: es suficiente.

Ahora, en conclusión, me siento obligado a defenderme. Sí, porque aunque Facebook no me simpatice hay una red social que no solo tolero, sino que uso regularmente: Gorjeo (para aquellos con, me pueden encontrar bajo el manejo @giby86). ¿Qué diferencia hará? Bueno, hay algunos de ellos. En primer lugar, Twitter es más seco, más conciso, más coherente. Él sabe lo que está haciendo. En Twitter, puedes hacer una cosa y solo una cosa, enviar mensajes de 140 caracteres al mundo. Punto. No hay álbumes de fotos, calendarios, juegos estúpidosconversaciones, amigos, me gusta y miles de otras funciones de Facebook cuyo propósito es solo facilitar la procrastinación salvaje. En segundo lugar, Twitter (no quiero generalizar demasiado) tiende a ser usado de una forma muy poco institucional, incluso por famosos y celebridades. Si bien las páginas de Facebook de una celebridad obviamente se crean porque es necesario por cuestiones de relaciones públicas, las cuentas de Twitter de esas mismas personas a menudo son personales, en realidad administradas por las personas de las que se les acusa y se usan de la misma manera que las de las personas «normales». usuario». Es divertido leer y ver mensajes que se envían espontáneamente. gran foto de cactus es un trabajo para divertirse. En tercer lugar, y quizás lo más importante, Twitter tiene sentido cuando se usa teléfonos inteligentes, más que desde el ordenador de casa. Esto hace que la detección sea algo más que Internet en sí. No estoy en internet, estoy en Twitter. No es parte del bosque.

Y finalmente hay una última razón, cuya importancia todavía no entiendo del todo, y es el límite de caracteres. 140 caracteres para un tweet no es mucho, y esto es… emocionante. A menudo no es fácil decir lo que alguien tiene que decir sin dividir los mensajes (feo) o usar abreviaturas obscenas (feo) y esto crea un desafío interesante y divertido.

La banda sonora de hoy habla de otra cosa, pero el ambiente es el mismo. Es mi parte intolerante, por la increíble CapaRezza. Puedes encontrarlo en el álbum Habemus Capa. ¡Feliz escucha!